12 de set. 2014

El año perdido de la venta


Se podría decir que el primer año de Salvo ha sido un curso perdido para la economía del club; y también para los intereses deportivos de la entidad. Doce meses de mandato marcados por los problemas accionariales y las tensiones con Bankia que han hecho que las pocas o muchas operaciones de calado que se podrían haber cerrado quedaran en el limbo en espera de poder solucionar el tema de la propiedad. Empezó el otoño con el dirigente hablando de una legión de multinacionales interesadas en el club; de varios contactos con operadores, visita mediante, dispuestos a estudiar el asunto del nuevo estadio; y alguna que otra cosa más, que como todas, de existir, se volatilizaron en cuanto empezaron a sonar trompetas de guerra desde lo alto de las torres Kio.

En ese ínterin una de las marcas con las que el VCF había contactado, AEG, se comprometió con la Roma para diseñar su futuro estadio en una operación que rondará los 300 millones de euros, y por la cual, la empresa estadounidense se quedará parte de la explotación comercial del recinto romanista. En las últimas horas, también se apuntó desde sectores cercanos al mandamás que Turkish Airlines, opción, aparentemente descartada, estaba dispuesta a estampar su logo en las camisetas a cambio de una cifra que superaba en mucho el histórico que ha recibido el club a lo largo de su vida; un techo fijado por Toyota y sus 4,5 millones anuales. De hecho, en todos estos meses, el único acuerdo de relevancia que se ha cerrado ha sido el de adidas; y se alcanzó durante el verano americano, mucho antes de que empezaran las turbulencias con el aval de la Fundación y las polémicas posteriores.

Ahora parece que la entidad del murciélago, una vez llegado el nuevo dueño, pretende renunciar a uno de sus principales ingresos, prefiriendo dejar la camiseta en blanco o en manos de una institución benéfica antes que comprometerse con cualquier marca. Entrando ya en el terreo de las muchas contradicciones que minan el ambiente, durante las guerras por la propiedad se insistió en más de una ocasión que sería Peter Lim el que portara un patrocinador acorde al nivel del proyecto establecido. “Entre 6 y 8 millones” llegó a declarar Salvo. Sin embargo se argumenta ahora que sería mejor no obligarse con nadie firmando un contrato a largo plazo en aras de esperar a un momento más adecuado y obtener con ello una mejor tajada. Resulta difícil creer que la institución esté en disposición de renunciar a algo así, al menos llevarlo mucho más allá del presente curso, cuando ha visto que sus ingresos comerciales se han desplomado alcanzando mínimos históricos, y cuando las obligaciones del Financial Fair Play de la UEFA y del control financiero de la LFP condicionan el gasto en fichas al aumento de ingresos en esta clase de partidas. Sin olvidar que la entidad va a tener que seguir haciendo frente a una deuda que requerirá durante dos décadas el pago de unos 15-20 millones de euros anuales.

El empobrecimiento comercial

Sólo buceando en los números del VCF se puede percibir con toda la crudeza el cómo el equipo de Mestalla se ha ido haciendo pequeño con el paso de los años. Resultando sonrojante cualquier comparación con temporadas anteriores al crack del 2008. En la gráfica (ver más abajo) se puede observar como en el período anterior a la crisis la institución ingresaba cerca de 9 millones de euros anuales sólo por sus cuatro principales patrocinadores – cantidades fijas por temporada – habiéndose reducido actualmente a unos ridículos 2,5 millones, además de padecer una pérdida significativa de patrocinios remunerados. Aún teniendo en cuenta que los extras del acuerdo con la marca de las tres rayas están sujetos a picos de euforia – si el VCF va bien ganará dinero, si no, lo perderá – de conseguirlos todos ellos se estaría muy lejos todavía de alcanzar los 7,3 millones de ingresos del último período marcado. Todo penalizado por la falta de un patrocinador principal. Aunque el contrato con la marca alemana es de aplaudir sobre todo por dos razones: Valentía y ambición. Es extraño en la industria que un club se atreva a firmar un contrato tan variable con beneficios sujetos a la consecución de tantos hitos, hecho que demuestra la existencia de una apuesta decidida para mejorar a todos los niveles.


Esta tara comercial no es algo nuevo, incluso en sus mejores momentos el club valenciano ya era de entre los 20 participantes de la Football Money League de Deloitte el que menos ingresos generaba por estos conceptos. Siguiendo en la comparación de la serie histórica se puede observar como la totalidad de los ingresos comerciales de la entidad han pasado de los 22 millones en 2008 a los 16 millones en 2012. Por lo que es muy posible que veamos aún más reducida dicha cantidad cuando el club presente los números de 2013 en la próxima junta de accionistas.

El VCF es internacional

En las últimas temporadas la institución valenciana ha ido desapareciendo del top-20 de todos los ránkings o mediciones que se hacen en Europa para calibrar la grandeza o solidez societaria de los clubes. Ha pasado de ser un fijo en las listas de Forbes, Deloitte o de Brand Finance a quedar fuera del top-30 en todas ellas. Aunque todavía resiste en algo. La consultora alemana Advant Planning ha elaborado un estudio para medir el nivel de internacionalización de los clubes europeos; estudio que recoge la edición teutona del Wall Street Journal y en el cual se puede ver que el club presidido por Amadeo Salvo está situado en el nº23 de entidades internacionalizadas, con un empate a 28 puntos junto a Wolfsburgo y Schalke 04, aunque los conjuntos de la Bundesliga superan al valenciano por algunas décimas.

La consultora mide el grado de internacionalización de las entidades teniendo en cuenta varios puntos básicos: Acciones de marketing internacional, esto es acuerdos comerciales en el mercado extranjero; patrocinadores principales con presencia global; presencia en Champions o competición europea y una cobertura mediática de forma generalizada. Acompañándolo todo con unos extras medidos entre la cantidad de likes mundiales en facebook, la cantidad de idiomas utilizados de forma habitual en las comunicaciones oficiales de los clubes, la presencia en giras o amistosos realizados a lo ancho y largo del mundo y el número de jugadores mediáticos en nómina.

Del estudio llaman la atención tres cosas: Que el Bayern sea el único club alemán entre los 20 primeros; que el Málaga sea el mejor equipo de la LFP tras Madrid y Barça (segundo y tercero) y una reflexión que hace uno de los responsables de la consultora: “Tradición y éxitos pasados cuentan muy poco a la hora de la comercialización internacional, tener una historia rica facilita el acceso al mercado, pero tienes que saber utilizar las herramientas adecuadas”.

Con un año de retraso gracias a un interminable proceso de venta el VCF deberá a empezar a recorrer su nuevo camino; tal vez, más llano y recto de lo que se presumía hace 12 meses, antes de que todo empezara a estancarse por entrar en una farragosa guerra accionarial, y lo deberá hacer con el nuevo Mestalla y Europa como principales motores de una nueva era.
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