24 de set. 2013

El error de Miroslav

Djukic despertó mientras Rami decía adiós y se le clavaba en la espalda aquel – humillante – gesto de Michu pidiendo perdón. Venía a decirnos, que de querer, aquello hubiera acabado en orgía galesa por incomparecencia del rival. En pleno shock el serbio se presentó en rueda de prensa con la capitulación redactada a dos espacios y en sobre blanco, entregándola a los allí presentes como quien despista un christmas navideño. Fue durante el transcurso de todos esos acontecimientos cuando adquirió conciencia por vez primera de su no aterrizaje en este equipo. Y cuando entiendes esas cosas duelen más que el mismo fracaso, porque sabes que nadie te está ganando, sino que eres tú el que te has dejado perder.

Como presentarse disfrazado de Bob Esponja en una fiesta de etiqueta Miroslav anduvo desubicado por Paterna. Sus métodos importados del decimocuarto de la pasada liga a un vestuario con internacionales, en año mundialista, pronto se convirtieron en el primer punto de fricción, en la chispa que acabó originando un incendio incontrolado al que nadie quiso prestar atención hasta que alcanzó dimensiones imposibles de ocultar. No empezó la liga y ya eran evidentes los nervios, con jugadores exigiendo titularidades, con otros maldiciendo el color del peto que le tocaba portar, y el de más allá, escapando al Rayo en el último minuto para zafarse de todo ello. Djukic, en su papel de entrenador novato, no vio nada a tiempo para saber gestionarlo en su favor.

Porque el problema que nos ocupa es un problema de feeling entre vestuario y cuerpo técnico, de unos jugadores que no entienden el discurso de su jefe y que salen a jugar con inseguridades por no saberse la lección, con un entrenador que perdió la confianza en sí mismo, zozobrando ante un grupo en ebullición. Tal es así que en mitad de un gabinete de crisis los propios futbolistas le pidieron al técnico que fuera más duro y exigente con ellos, una petición que nunca nacería de boca de un vestuario insurrecto que busca sin condiciones la cabeza del técnico, sino más bien de uno, que como su míster, se encuentra perdido porque no entiende nada de lo que le están pidiendo.

La falta de confianza mutua se refleja en un gesto que se pudo ver ante el Sevilla. Se acerca Joao Pereira a la banda para beber y tratarse un golpe aprovechando un parón del juego. Djukic, en su puesto de entrenador, le mira con cara de padre orgulloso, sus ojos irradian felicidad, e intenta acercarse a él; temeroso, apenas da un paso adelante y vuelve a su sitio un segundo después, quedándose a mitad de todo, perdiéndose Joao en la inmensidad del césped sin haber recibido el gesto de confianza que pretendía entregarle un cohibido entrenador.

El fútbol llega a ser tan generoso que actitud y compromiso hacen buena cualquier propuesta, como la del pasado domingo, donde se volvieron a ver lagunas y fallas que a diferencia de lo vivido hasta entonces fueron suplidas con sacrificio y trabajo, ejerciendo el pequeño Fede de punto diferenciador, dotando al centro del campo con su movilidad de opciones de pase de las que había carecido durante toda la liga. Incluso la enfermería se llenó un lunes por la mañana de contusiones por haber metido piernas que hacía lustros que no iban al choque con ningún rival.

Sería un error extraer conclusiones del partido del domingo, si el ruido externo ha ayudado a restablecer las vías de comunicación perdidas entre técnico y jugadores lo determinarán Granada y Rayo Vallecano y no el equipo de Emery, que fue derrotado por un grupo en plena reacción tras verse señalado, y lo hizo a base de testosterona, que es como descorchar una botella de cava tras agitarla violentamente. Si todo esto sirvió de algo ya hay una estampa que ilustrará para la historia la reacción del equipo de Djukic, y es la que colgó Pereira en su Instagram el pasado domingo, en ella se identificarán a los líderes de este VCF, los que tiraron del carro cuando todo el mundo miraba para otro lado mientras el barco se hundía. Si no, quedará como una bonita foto de una noche dominguera en la que nos hicimos trampas jugando al solitario.

10 comentaris:

Miroslav ha dit...

Pues me parece un merder de artículo.

Lo de no entender el discurso es de traca.
A mi que no me vendan no entender, porque frases como "con quien os creeis que habeis empatado??" y "os hace falta más humildad y sacrificio", las entiende todo el mundo. Lo que pasa es que no gustan. Y joden. Y como no queremos que nos jodan, pues lloramos.

Menos mal que entre el partido del Swansea y el del SFC, los jugadores "vieron la luz" y por fín entendieron qué carajo les pedía Djukic...que más bien venía siendo esforzarse, jugar para el equipo y sudar un poquito. Sin más.

Esperemos que la clarividencia les dure y no vuelvan las oscuras golondrinas. Ni tampoco los articulistas amiguetes de los filtradores, que por desgracia para el VCF, son casi todos sin que el club ponga remedio.

Anònim ha dit...

Comparto algunas cosas, pero no el fondo

A Djukic lo dejaron solo desde el club, y alguno que lo tenia que haber apoyado desde el minuto 1 (coño que fue tú elección) lo dejó vendido ante los medios y ante la plantilla enseguida

Ahora si, ha venido Salvo tarde a tratar de poner orden y apagar los fuegos, espero que le sirva de lección saber quien tiene cerca

Drakul ha dit...

No estoy de acuerdo. El problema es que han dejado el vestuario del Valencia hecho unos zorros desde hace años, desde que no se aprovechó la limpieza realizada por Koeman, al cual era mas fácil caricaturizar que preguntarse que había observado dentro de un vestuario que era como tantos otros vestuarios en los que él había estado. En los últimos años en vez de cortar la raíz del problema se ha alentado porque el control del vestuario se hacía desde gente afín a Llorente. Aquí ni ha pintado nada Unai, ni ha pintado nada Pellegrino, ya que esta mafieta se cargó al que no pudo controlar mientras respetó al manipulable.

Ahora el grupo se ha descabezado con las salidas de Soldado y Albelda, por eso ahora a Rami le ha salido el tiro por la culata, se ha quedado solo.

THB ha dit...

alverde era manipulable? pues las broncas que les metía en la caseta dicen que eran épicas. Pero más que nada el problemo con Djuka ha sido de sintonía.. de emitir en AM cuando reciben en FM. La mayoría de los de ahí dentro no son mala gente, pero necesitan pegamento para unirse y hacer bloque, y el entrenador no ha sabido leer ese partido... hasta que un cachete le ha hecho despertar. Debía saber que en año de mundial no puede ir los lunes poniendo petos de suplentes y titulares por las buenas y para toda la semana sin convencer antes a los jugadores de que eso no significa nada.

Con un segundo que no habla con la plantilla x no sabe castellano, cuando es de cajón eso de que uno de los dos tiene que ser el poli malo y el otro el bueno y hacer el juego con esos cabrones... decir una cosa y luego hacer otra y no explicarla... o estar trabajando un sistema o una forma de jugar y en lugar de explicar las dudas o lo que no entienden (como hacer la presión) tirar de articulo 33 en lugar de hacer pedagogía.

Y todo eso junto...que no quita que ahí dentro hayan hp's com Rami , pero si encima le añades lo otro...

Drakul ha dit...

Valverde tenía fecha de caducidad desde que lo ficharon. Él sabía que se marchaba al Bilbao y los jugadores sabían que no se iba a quedar. No podían con él porque no tenía sentido cargarse a alguien que se iba a ir. Aquí a lo que hay que enseñarles no es a razonar (para eso tienen padres y madres) sino a ser profesionales y deberse a la empresa que le paga. Y eso hace mucho tiempo que no pasa en Valencia

THB ha dit...

Pero eso no es culpa de ellos, tú que harías si llegas a una empresa que es una anarquia donde el presidente se cuela en vestuarios y da palmaditas a los jugadores y desautoriza a tú jefe en sus morros? Djukic se ha equivocado con la formula de tratar al jugador, pero lo otro no se arregla en 3 días, por eso lo de Rami es fundamental que acabe con el jugador en la puta calle, es la primera piedra para reconstruirlo todo.

Anònim ha dit...

¿Exactamente cuanto tiempo?. Porque según los medios de comunicación hasta donde me alcanza la memoria, siempre hubo problemas en todos los vestuarios.

El problema es del tipo de jugadores que fichamos, en la mayoría de los casos niñatos inmaduros, imberbes e inexpertos. Hay que fichar hombres.

Anònim ha dit...

El problema es que se le da mas relevancia a los jugadores que al entrenador.

THB ha dit...

Y siempre los habrá, la diferencia es saber manejarlos o no. Y mientras fichas entrenadores novatos que no llevan ni 1 temporada en primera (todos desde que se fue Benítez) estas cosas se irán de madre siempre.

A estos niveles hace falta un entrenador hecho y con experiencia en el banquillo , porque esa gente ve a la primera los sintomas y los sabe reconducir. El primer técnico con más de 5 años de experiencia en primera en 10 años fue Valverde y ha sido el mejor VCF que hemos visto en años.

Y para lo otro ya te lo explico en la entrada de hoy.

Drakul ha dit...

Ahí sí estamos de acuerdo. Hay que sentar las bases de que lo que importa es el club, no nadie mas, ni jugadores, ni entrenador, ni Presidente.

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