2 de gen. 2009

Vides paral·leles 03/04 Vs 08/09

Tarde o temprano la burbuja del Nott.Forest estallará. Con esa palabras cerró Bob Willson, presentador de la BBC y ex portero del Arsenal, uno de sus exitosos programas dominicales en la televisión inglesa. Corría el otoño de 1978, y un pequeño club de provincias, alejado de antiguos y remotos tiempos gloriosos, lideraba la primera división. Con cierto tono de burla, los analistas del Reino Unido no daban, ni dieron nunca, un duro por aquel renacido Nottingham, que había irrumpido en la máxima competición de la mano de un viejo enemigo mediático, Brian Clough, el Picaso con chaqueta de cuero. La consecución del titulo, lejos de apaciguar la guerra dialéctica, la reavivó, “Un simple golpe de suerte”, era la frase más repetida entre los escépticos.

Nota: En 1865, el consejo del Nott.Forest eligió el rojo como color para la indumentaria del club. Fue el primer equipo de las islas en vestirlo, y fue en honor del líder revolucionario italiano Giuseppe Garibaldi, líder de los camisas rojas italianos. Nottingham fue en el siglo XIX una de las cunas del sindicalismo británico.

En Julio del 78, los talleres de Nottingham, los pequeños comercios y las humeantes tabernas, hicieron un paréntesis en su frenética actividad. En directo desde Suiza, la BBC retransmitía el sorteo de la tercera ronda de la copa de Europa. Tras 20 años de ausencia, el Nott.Forest volvía al viejo continente. No hubo suerte, el sorteó emparejó a Liverpool (vigente campeón continental) y al campeón ingles, el Nott.Forest. Siguiendo la tonica habitual, nadie dio un duro por los Shilton, Francis, Anderson, Woodcock, O'Neill o Birtles. El 20 de Septiembre, en el partido de ida jugado en City Ground, los chicos del Trent End se impusieron por 2-0 al Liverpool. Una sorpresa. El Forest, contra todo pronóstico eliminó de Europa al mejor equipo del mundo en ese momento, 0-0 en la vuelta.

Nota: Brian Clough arengó a sus jugadores en el vestuario antes del partido de ida jugado en Nottingham: “Va estar todo el país delante del televisor, van a estar vuestras madres viendoros sentadas en el sofá de casa, ¿Quien diablos ha dicho que no podéis ganar a esos de ahí fuera?, ¿queréis hacer el ridículo delante de vuestras madres?, ¿eso es lo que queréis, avergonzarlas? ¿Queréis que vuestro honor caiga como un pato tras recibir un disparo?, salir ahí y demostrar al mundo quien es el mejor equipo ingles del momento.

Como confesó Tony Woodcockc años después: “El éxito de aquel equipo, residía en que nadie se creía capaz de conseguir lo que se consiguió, salíamos a jugar por diversión, jamás tuvimos presión alguna por ganar, porque ni en sueños nos creímos capaces de hacerlo”. El AEK griego, entrenado por Puskas, fue el rival en la siguiente ronda. Tras aterrizar en el aeropuerto de Atenas un periodista local pregunto a Clough sobre las intenciones de su equipo en Grecia, a lo que el díscolo entrenador respondió: ”venimos a Grecia con la única intención de bailar y bebe Whisky”. Tras imponerse por 1-2, los aficionados locales mostraron su disgusto quemando las almohadillas del estadio y lanzandolas al terreno de juego. El global de la eliminatoria finalizó con un 7-1 a favor de los ingleses.

Nota: Los métodos motivacionales de Clough siempre fueron un tanto curioso. En la primavera del 78, el Forest tenia que disputar la final de la Carling Cup. El primer partido en Wembley para la mayoría de los integrantes de la plantilla. La noche anterior al encuentro, los nervios hicieron acto de presencia en los jugadores, impidiéndoles dormir. El entrenador, sacó de las habitaciones a todos los integrantes de la expedición, congregándolos en le bar. Mientras Peter Taylor contaba chistes y anécdotas para tranquilizar al pelotón , Clough servia copas a los muchachos. No paró hasta emborracharlos a todos. “En estas condiciones, iban a hacer el ridículo, mañana saldrán a jugar con tal dolor de cabeza que se olvidaran que 100 mil personas tienen puestos sus ojos encima de ellos.” La final acabó 3-2 para el Nottingham Forest.

¿Cuando estallara la burbuja? Repetían los aficionados del Forest sin cesar en sus encuentros ligeros en la Premier League, incluso algún sector de la prensa, comenzó a virar su discurso. El fútbol desplegado por aquel equipo deslumbraba en Europa. Su siguiente victima, el Grassophers Suizo. Contundente 4-1 en Inglaterra y un escueto 1-1 en Suiza. Las semifinales hablaban ingles, ingles del Middleeast.

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Récord en las casas de apuestas. A lo largo de todo el reino unido no existió ningún signo favorable al triunfo ingles sobre el campeón alemán. El Forest continuaba solo en su particular travesía europea. El Colonia de Hannes Wieisweller visitó Nottingham entre titulares desatados, tanto la prensa alemana como inglesa calificarón al conjunto germano como futuro campeón de Europa. Y pudo serlo, en el minuto 62 de juego, el Colonia vencía por 0-2 en un embarrado City Ground. En apenas 5 minutos los locales por medio de Gary Birtles y Ian Bowyer empataron el encuetro. “La burbuja continua” se pusieron a cantar los supporters. Minutos más tarde, tras un centro de Trevor Francis, el tosco centro-campista, John Robertson, estableció con un potente remate de cabeza el 3-2 , la locura se desató en el estadio. Okudera, héroe nipón que ya le dio el titulo de liga al Colonia con un gol in-extremis en Hamburgo, estableció el 3-3 en el descuento. “Un japonés se orina en el bosque” ( juego de palabras. Forest-Bosque) abrió a toda plana The Thelegraph.

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En el partido de vuelta, durante el tradicional paseo por la ciudad, la expedición inglesa se topó con carteles y anuncios en la prensa local, advirtiendo a los aficionados del Colonia que ya podían reservar su billete para la final en Munich. Tras abandonar el parque cercano a la rivera del Rin, Clough espeto a sus jugadores:”Chicos, será mejor que compréis algo para llevar a casa, mañana volveremos siendo finalistas.” A falta de 25 minutos para el final Ian Bowyer estableció el 0-1 con el que el Forest se proclamaría finalista de la Copa de Europa. Tras regresar al hotel a altas horas de la noche, el gerente recibió con cara de pocos amigos al equipo: “Señor Clough, hoy nos ha echo perder mucho dinero, apostamos muy fuerte por la victoria del Colonia, tienen derecho a disfrutar de sus habitaciones, pero esta noche no abriremos la cocina para ustedes”.

Nota: Un familiar de Peter Taylor coincidió con Weisweiller en la universidad de Colonia, fueron compañeros durante diez años. Le pasaron información personal sobre el carácter del entrenador germano: “es un tanto cobarde, no arriesga nunca, saldrá a empatar el encuentro, te lo aseguro”. Gracias a este contacto el cuerpo técnico del Forest consiguió información sobre diversos entrenamientos anteriores al encuentro realizados por el Colonia.

Así fue como el milagro del Forest irrumpió en las vidas de millones de ingleses. Los titulares burlones, las columnas de opinión irónicas y demás indirectas cesaron de repente, el pequeño club del Middleast que jugaba sus partidos a orillas del rio Trent, se había proclamado campeón de Europa contra todo pronostico. Stuart Astill, aficionado del Forest, y uno de los pocos cientos de suporrters que viajó a todos y cada uno de los desplazamientos europeos de su equipo, llegando a establecer amistad personal con Clough, confiesa en un reciente articulo publicado en la prensa local sentirse “más entusiasmado y orgulloso de aquellos éxitos 30 años después, que en el mismo momento de conseguirlos, no eramos conscientes de la gesta que suponía ver a un equipo como el Forest ganar la copa de Europa, nosotros no somos el R.Madrid ni el Man.United, sin embargo somos bicampeones de Europa, y eso hay pocos clubes que lo pueden decir, entre ellos el Chelsea o el Arsenal, sin ir más lejos.”

Nota: Dos días antes de disputarse la final en Munich contra el Malmoe sueco, Brian Clough se despidió de sus jugadores, “me voy unos días de vacaciones chicos, nos veremos en el estadio horas antes del partido”. Clough permaneció en Creta impasible ante la histeria general. Con el titulo ya en manos de sus jugadores, Clough y Taylor no viajaron a Inglaterra, ambos se refugiaron en Creta y no regresaron a Nottingham hasta días antes de iniciar la pretemporada, “Este exito es vuestro, y vosotros sois los que tenéis que celebrarlo con la gente, no yo” le dijo el entrenador a McGovern, capitán del Forest.

El Forest y su burbuja extendieron su reinado hasta 1980, repitiendo éxito en la copa de Europa. En aquella edición no tuvieron la épica ni las dificultades de su primera participación. hasta semifinales, no se toparon con ningún club de relevancia, ese seria el Ajax. La final, en el Santiago Bernabeu, ante un poderoso Hamburgo. Los alemanes contaban entre sus filas con jugadores como Kevin Keegan, Felix Magath o Millewski, un elenco de estrellas que venían de endosarle un 5-1 al R.Madrid en semifinales. Peter Shilton salvaría al Forest en aquella final con una actuación memorable. El equipo entrenador por Brian Clough y formado por Peter Taylor tiene el honor de ser el conjunto más barato de la historia en ganar la copa de Europa. Tres años antes Gary Birtles fue comprado por 2000 libras del Long Eaton, un club amateur. En el verano de 1980 fue vendido por 1,5 millones al Manchester United, el traspaso más caro de la historia del fútbol ingles en ese momento.

Nota: La burbuja del Forest estallaría 2 años después, en unas semifinales de la Copa de la UEFA ante el Anderlecht. Tras imponerse por 2-0 en City Ground perdería por 3-0 en Bélgica. Un penalti inexistente, y dos goles en claro fuera de juego, unido a dos tantos anulados a los ingleses, sirvieron para desatar el escándalo. En 1997 Constant Vanden Stock presidente del club belga, confesó haber comprado al arbitro del encuentro (Guruceta) para asegurarse el pase a la final. El Nottingham Forest llevó el asunto a los tribunales, donde continua el litigio que podría desembocar en una indemnización para el club ingles de 12 millones de libras.

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